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martes, 1 de diciembre de 2015

EL ASCENSO DE CHANGE A LA LUNA


Entre las leyendas chinas hay una sobre una diosa que habita en la Luna, acompañada por un conejo, que luce una fisonomía bella y una figura esbelta y siempre mira desde lejos a los seres humanos en la Tierra. Ella es conocida entre los chinos como Chang E y su nombre es sinónimo de la Luna en la literatura.
Volar hacia la Luna
Chang E fue la esposa de Yi, un famoso arquero. Un día, cuando Yi cazaba en la montaña, encontró por primera vez a Chang E debajo de un laurel. Enamorados a primera vista, ambos decidieron contraer matrimonio con el árbol como casamentero. Después de la boda, la pareja compartió una vida tan feliz que el esposo deseaba vivir así para siempre, por lo que fue a ver a la suprema diosa del cielo, quien le regaló el elíxir de la vida eterna. La diosa le advirtió a Yi que la porción del elíxir era suficiente para que dos personas fueran inmortales y que si una sola lo tomaba completo, podría volar al cielo y convertirse en un dios.

Después de regresar a casa, Yi dejó que su esposa conservara la poción. Sin embargo, aprovechando la ausencia del marido, un alumno suyo, Peng Meng, trató de robar el brebaje y peleó con Chang E. Incapaz de resistir al intruso, la joven sacó el elíxir y lo bebió. Inmediatamente su cuerpo se hizo tan ligero que se separó del suelo y voló al cielo. Deseosa de estar lo más cerca posible de la Tierra, la joven paró finalmente en la Luna.

Yi cuando regreso a casa  no vio a su esposa, Yi miró al firmamento nocturno y gritó el nombre de su amada. De pronto descubrió que la Luna mostraba un brillo especialmente claro y preparó las frutas y dulces favoritos de Chang E y los expuso en una mesa al aire libre, para mostrar de esta manera su añoranza a su esposa. Al enterarse de que Chang E se había convertido en una diosa, el pueblo imitó la acción del marido, ofrendando frutas y comidas a la Luna, para que Chang E les bendijera con felicidad y seguridad. Así, poco a poco, fue originándose la tradición de agasajar a la Luna el día 15 del octavo mes de cada año.
(Festival de la Luna)

Conmovida por el amor sincero y profundo de la pareja, la diosa gobernante de la Luna permitió que cada Fiesta del Medio Otoño Chang E pudiera regresar y reunirse con su esposo. Dicen que esa noche la gente puede oír el murmullo de los dos debajo del laurel.
Chang E sugirió  a Yi: "Generalmente no se me permite regresar a tu lado. Sin embargo, en la noche de luna llena puedes preparar con harina una torta con forma de luna, la pones en el rincón noroeste de la habitación y gritas continuamente mi nombre. De esta forma, a media noche, seré capaz de volver a casa". Efectivamente, después que Yi hizo todos los preparativos, vio a su esposa bajar de la luna para reunirse con él. Este es el origen de la torta de la luna en la leyenda. La tradición de celebrar la Fiesta del Medio Otoño refleja la aspiración de los chinos por la vida feliz y la familia unida.

XIYANG YE

(24/10/15)

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